El día de hoy, en nuestros consejos para montar en bicicleta, charlamos de los dolores habituales que brotan al arrancar la bicicleta o los relacionados con una mala posición. Como cualquier actividad física, montar en bicicleta puede ocasionar afecciones inferiores, en especial a los nuevos corredores. El malestar de forma frecuente va a desaparecer en relación te habitúas a caminar en bicicleta, pero en ocasiones se sostendrá pues está relacionado con una técnica o una situación inapropiadas.

De qué manera calmar el mal en las piernas tras ir en bicicleta y sus causas

Hay días en los que salimos a montar con los amigos y creemos que somos Contador, Nairo o Froome , según sea el correr favorito de todos y nosotros como a los corredores apasionados no consideramos que en los próximos días pagamos un precio prominente de ahí que pues nuestras piernas parecerán 2 bloques de hormigón que vamos a deber arrastrar.

No somos expertos, no poseemos fisioterapeuta que nos masajee tras cada camino, no disponemos una dieta dominada con precisión, no poseemos un plan de entrenamiento de la NASA. Somos personas normales con muchas tareas del día a día y la mayor parte de nosotros no tenemos la posibilidad de pasar en todo momento que deseamos en bicicleta ahora menudo en el momento en que llegamos a casa poseemos las piernas fallecidas.

Sumerge los pies en agua fría

El procedimiento de los valientes y entre los mucho más populares. Ciertos estudios científicos aseguran que sumergir (que no debe malinterpretarse con verter agua) los pies en agua fría tras un trabajo duro asiste para remover el ácido láctico y achicar la inflamación de nuestros músculos dañados.

Con el frío, nuestros vasos sanguíneos, que son los que llevan el oxígeno a los tejidos, suprimen mucho más de manera fácil las impurezas que crea el organismo, como el ácido láctico, que provoca que los músculos no funcionen adecuadamente y hace fatiga y fatiga en la mayoría de los casos.

¿Sillín incómodo? No es habitual

Entre los comentarios mucho más comunes de los corredores que observamos en nuestro estudio de biomecánica es el mal que experimentan en la entrepierna, las nalgas o las nalgas mientras que van en bicicleta. Nos dicen: «la primera hora me acercamiento bien, pero tras 2 horas comienzo a tener bastante mal hasta el momento en que los genitales aun se duermen». Bien, quede claro: ¡eso no es habitual!

El cuerpo de un ciclista está conectado a su bicicleta por medio de tres puntos de contacto: manos, pies y entrepierna. De los tres puntos, el mal en el sillín es de manera frecuente el mucho más limitante para poner fuerza sobre los pedales. Aparte de la presión excesiva y el rozamiento en la región, los corredores tienen la posibilidad de presenciar entumecimiento genital, lesiones e inclusive en casos graves, disfunción eréctil (en hombres).

Pies en el agua

Entre los métodos mucho más empleados para recobrar la manera tras el entrenamiento es poner los pies en agua fría. Un refrescante baño asiste para los músculos de esta región del cuerpo a dejar en libertad las reservas de ácido láctico (fuente de energía temporal) que se empleaban para agradar la demanda energética en la mitad de la rutina riguroso.